Guerreros, druidas y un buen puñado de personajes llegados desde los poblados vetones recorrieron este sábado las calles de Solosancho como miembros de las diferentes tribus, hasta nueve en esta ocasión, para ambientar la Luna Celta, la gran fiesta céltico-vetona que llevan ya trece años de andadura. El mercado céltico-vetón que recorre su arteria principal cuenta en esta ocasión con cerca de 70 puestos artesanos tanto locales como de otros puntos de España y Portugal.