El Real Ávila huyó de las dudas, al menos de momento, y lo hizo con el partido que todos esperaban. Desde los aficionados al propio vestuario, necesitado, al igual que sus seguidores, de una de esas tardes de buen fútbol que deberían suponer un antes y un después para los encarnados. Un señor partido a costa de un San José desastroso que llegaba en plena racha –cuatro victorias consecutivas– pero que se llevó cinco goles pese a jugar, desde la primera media hora de juego, en superioridad numérica. Vila, con tres goles, Roa y especialmente De Mesa, sobresaliente, decidieron un partido de '10'