La Policía Nacional y Cruz Roja llevan varios años uniendo sus fuerzas para ayudar a que las personas mayores gocen de unos niveles de protección ante la delincuencia lo más amplios posibles, alianza en la que la segunda hace de magnífica y cercana correa de transmisión de la primera y que abrió un nuevo capítulo con un curso de formación que tuvo como destinatarios a unos cincuenta voluntarios de la ONG abulense que llevan a cabo su altruista labor en la capital y en toda la provincia.En esa reunió se explicó también como detectar posibles malos tratos de cualquier tipo.