Donar lo que ya no usamos para que otros puedan darle un segundo uso y de paso ayudar a quienes lo necesitan. Ese es el sencillo engranaje solidario que un año más, y de nuevo en vísperas de fiestas navideñas, ha puesto en marcha Alcer con el mercadillo celebrado este viernes en la avenida Juan Pablo II. Un mercadillo en que los abulenses, muchos en esta jornada gracias a la mayor afluencia de viandantes propiciada por el mercado semanal de la Plaza de Toros, no solo pudieron adquirir artículos de decoración, libros, juguetes o ropa a un precio simbólico sino también aportar su granito de arena para ayudar a los enfermos renales de Ávila. No en vano, lo recaudado con la venta de estos artículos, donados previamente por los propios enfermos, por sus familias y también por abulenses desinteresados, repercutirá en los servicios que la asociación Alcer ofrece a los enfermos de riñón de Ávila que no son pocos, por cierto, teniendo en cuenta que la enfermedad renal crónica afecta aproximadamente al 10 por ciento de la población, si bien es cierto que muchas personas desconocen que la padecen.

Lo recaudado en este mercadillo, en el que año tras año los abulenses dan muestra de su generosidad, contribuirá a que Alcer pueda seguir ayudando con personal propio, entre ellos trabajadora social y psicóloga, a los enfermos que acuden al hospital a someterse a diálisis. «Tenemos que sacar dinero de donde podemos para poder seguir ofreciendo estos recursos», reconocía Eusebio Moya, uno de los alrededor de cien socios con los que  Alcer cuenta en Ávila y también uno de los voluntarios que este viernes hizo posible la celebración de este mercadillo solidario.

Bolsos a 2 euros o ropa y juguetes a tan solo uno fueron algunos de los ‘chollos’ que se ofrecían en este mercadillo solidario en el que también se ofrecía información sobre la enfermedad renal, sus síntomas y medidas de prevención. «La finalidad de la asociación es apoyar a los enfermos renales en todos los aspectos», apuntaba Moya.