José Ángel Martín Viveros, pintor autodidacta que vivió siempre el arte plástico en su casa, inauguró en el Torreón de los Guzmanes una exposición de pintura en la que reúne 32 obras de reciente creación –el 80% son de los dos últimos años– con las cuales evidencia el notable cambio creativo que ha conocido su forma de entender el arte.

La muestra, titulada ‘Tránsito’ a modo de explicación con palabras lo que luego se mostrará en imágenes, deja fe de la forma de crear de un artista que tras varios años trabajando el arte figurativo, con mucho paisaje urbano, decidió dar un giro a su forma de concebir el proceso creativo y evolucionar hacia un estilo definido por la necesidad de «ser sincero conmigo mismo, no puedo convencer a nadie si no estoy yo convencido de lo que hago», filosofía que ha derivado en «quedarme con lo básico, con lo esencial».

La forma que ha tomado esa nueva concepción artística es la de un expresionismo abstracto «lleno de emociones» (así lo definió Eduardo Duque, diputado responsable del área de Cultura, Patrimonio, Juventud y Deporte en la inauguración de la exposición), un «informalismo» (en palabras del artista) en el que «cada pieza es un ser vivo que trata de comunicar».

Su pintura, en la que «lo que trato de pintar es la emoción del momento», es fruto de «mi interior, es casi como una necesidad fisiológica» a la que va dando forma «por el proceso de quedarme con lo esencial», sin perder nunca de vista el convencimiento de que «vivo no del arte sino para el arte».