Cerca de 1.000 efectivos van a garantizar la seguridad y circulación por las carreteras de la provincia de Ávila durante la presente campaña invernal, tal y como dio a conocer este martes el subdelegado del Gobierno en Ávila, Arturo Barral, que apuntó que a estos medios humanos se unen también 36 máquinas quitanieves adscritas a esta provincia, cifra que «se ha incrementado» en relación al año anterior, así como los correspondientes depósitos tanto de sal como de salmuera. Y otra de las novedades de este operativo, explicó el subdelegado del Gobierno en Ávila, tiene que ver con la participación en situaciones complicadas de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuya petición, explicó, «se ha flexibilizado ligeramente» de tal forma que ahora es posible hacerlo en el momento en el que la Junta de Castilla y León active el Plancal, si bien su actuación estaría «restringida a aquellos supuestos en los que existen personas inmovilizadas por una circunstancia de vialidad invernal». Todo, apuntó Barral,  para intentar evitar «lo máximo posible» situaciones como la ocurrida en enero de este año cuando centenares de personas se quedaron atrapadas en las autopistas de peaje, especialmente en la AP-6.

El operativo de vialidad invernal para la red nacional de carreteras de esta provincia incide especialmente en la coordinación y la anticipación. De hecho, en esta campaña se ha trabajado por mejorar la coordinación a todos los niveles, lo que implica también a provincias limítrofes, como explicó el jefe provincial de Tráfico, Santiago Izquierdo, que apuntó además que el operativo  prevé «elevar el nivel de alerta una vez que empiecen a caer los primeros copos» lo que conlleva ciertas medidas de tráfico  como «restricciones a vehículos pesados en vías de alta capacidad en estadios más tempranos de alerta meteorológica» para «evitar daños mayores» y «siempre teniendo en cuenta que exista una ruta alternativa para no dejar desabastecidos a los usuarios y poblaciones limítrofes».