Un reto llamado 'al buen tuntún'

P.R.
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El obrador abulense, regentado por dos abulenses, Marta y Javier, es el único que elabora productos artesanales sin gluten de primera calidad de Castilla y León

Un reto llamado 'al buen tuntún' - Foto: Ana I Ramirez

Marta y Javier son dos emprendedores abulenses que en un momento de su vida decidieron dar un cambio radical y afrontar nuevos retos. Su reto se llama ‘Al buen tutún’. Con este nombre han designado al proyecto de sus vidas,  un obrador que se dedica a elaborar productos sin gluten. El único que existe en estas latitudes de Castilla y León. La tienda se encuentra en la Calle del Valle número 14, al sur de la ciudad.

Los dos se embarcaron en una auténtica aventura, pues ninguno tenía la más mínima experiencia en esta faceta culinaria. Javier, natural de San Bartolomé de Pinares, siempre ha estado relacionado con la construcción, de hecho era arquitecto y arquitecto técnico. Marta, natural de Ávila,  ha realizado estudios de Relaciones Laborales y su trabajo siempre se ha dirigido hacia los niños, en la educación no formal. 

Si tienen un nexo de unión con los productos que ofrecen y con los clientes a los que sirven. Javier es celíaco, es intolerante al trigo, cebada, centeno y otros 30 alergenos más. «Queríamos ofrecer a nuestros clientes unos productos de calidad, porque los productos que se ofrecían antes eran caros y malos», indica Javier. Marta va más allá y sostiene que su intención es «normalizar» la situación de las personas que tienen intolerancia al gluten. «Tenemos un cliente que  nos comentó un día que hasta que nosotros abrimos el en sus cumpleaños era la única persona que se quedaba sin probar la tarta. Eso es lo que nosotros pretendemos, normalizar la vida de nuestros clientes, para que ellos también puedan disfrutar de productos de calidad, que antes no podían degustar porque porque eran caros y no sabían bien».

Un reto llamado 'al buen tuntún'Un reto llamado 'al buen tuntún' - Foto: Ana I RamirezEl nombre ‘Al buen tuntún’ surgió porque querían poner un nombre que no tuviera nada que ver con celíacos o sin gluten. Reconoce Javier que los nombres que se les ocurrían ya estaban registrados o el dominio de la web ya estaba cogida. «Se nos ocurrió ‘Al buen tuntún’, porque todo esto nació  ‘Al buen tuntún’ y nos pareció un nombre apropiado».

Los clientes que acuden a la tienda son fundamentalmente personas celíacas, pero se acerca también mucha gente concienciada con el tema de la alimentación y vecinos que les gusta las cosas que se ofrecen y deciden degustarlos tomando café o té en la tienda. Pero también personas que vienen de otras ciudades y han conocido el obrador por la página web y cuando visitan Ávila se acercan a la tienda. «Gente también que no sufre de intolerancias y cuando prueba nuestros productos les gusta y deciden repetir», señala Marta, mientras recuerda que uno de sus clientes asiduos es una persona francesa, que tiene relación con Ávila y cuando viene a la ciudad carga de productos porque en este país no hay la sensibilidad que ya existe en España sobre estos productos. Javier reconoce también que la intención que tienen es tratar de hacer cambiar el ‘chip’ a la gente y «que entienda que sin gluten no tiene porqué ser sinónimo de malo». «Existe –prosiguió afirmando Javier– una gran desinformación en materia de enfermedad celíaca. Mucha gente no quiere probar productos sin gluten porque piensa que se puede convertirles en celíacos si los consume. Nada más lejos...».

La tienda fue abierta hace dos años. En un primer momento ofrecían productos de otros obradores de una línea parecida a la suya. Pero se encontraron con varios problemas. «Cuando llegaban no estaban tan frescos como queríamos y estábamos supeditados a los productos que hacían y no a los que nosotros queríamos». Por eso se decidieron a realizar ellos sus propios productos. Para ello se formaron, para la elaboración del pan y de los hojaldres que elaboran y  para el tratamiento de las harinas que utilizan. Además, también necesitaron asesoramiento para la utilización de la maquinaria, pues no toda está adaptada para poder manipular las harinas que utilizan (diversos tipos: de almidón de maíz, de arroz, trigo sarraceno y de teff). De esta forma consiguieron poder ofrecer sus productos hace un año, concretamente desde el mes de agosto del pasado año. Desde entonces ofrecen toda una variedad con varias líneas, de bollería (croissant, napolitanas, valencianas, magdalenas, palmeras). También elaboran , ‘cookies’, pastas de té, donuts, bombas, pepitos, fritos, etc. Otra línea desalados en los que incorporan empanadas, napolitanas, saladitos, preñados, empanadas y hornazos. De hecho es el único obrador que elabora hornazos sin gluten. También una amplia variedad de pan (baguette, barra, chapata, pan enriquecido con semillas). Preparan un amplio surtido de pastelería y de tartas (San Marcos, Selva Negra, de chocolate, ‘Red velvet’. También han comenzado a elaborar una línea de productos sin azúcar, debido a la demanda que tiene (galletas, bizcochos y magdalenas).

Un reto llamado 'al buen tuntún'Un reto llamado 'al buen tuntún' - Foto: Ana I RamirezEl obrador, del que se encarga Javier, está en continua evolución y a la búsqueda de nuevos productos que ofrecer. También elaboran productos de temporada como son los buñuelos que sacarán para ‘Todos los Santos’. El roscón de Reyes para Navidades, temporada en la que también saca polvorones, panettones, incluso guirlache.

Un reto llamado 'al buen tuntún'
Un reto llamado 'al buen tuntún' - Foto: Ana I Ramirez
La verdad es que han conseguido un punto de gran calidad muy logrado en sus productos. Y se puede afirmar que han alcanzado lo que buscaban: «la normalidad» en cuanto a la alimentación de las personas afectadas por la intolerancia al gluten. Sus productos en nada tienen que envidiar a los que se elaboran con harinas de trigo. Porque la verdad es que están para ‘chuparse los dedos’. Doy fe.