Llegó sin hacer ruido, con la temporada empezada y con el Real Ávila mirando al derbi. Aterrizó en el Adolfo Suárez tras la llamada de José Manuel Jimeno, que le tuvo a sus órdenes en el Parla, buscando un equipo. Llegó a finales de semana, con lo 'justo' en sus piernas, suficiente para que en sus primeros 44 minutos con la elástica encarnada, y en un campo poco dado a los estilismos como El Mancho Ángel Sastre, demostrara que podía ser una pieza importante en el proyecto encarnado. Casi una vuelta después Javi De Mesa se ha convertido en el futbolista más determinante de la plantilla.