La gripe supera el umbral epidémico

M.M.G.
-

Se alcanzan los 80,7 casos por cada 100.000 habitantes y se espera que a partir de ahora el crecimiento de los afectados sea exponencial hasta que se alcance el pico máximo

La gripe supera el umbral epidémico - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La gripe ya está aquí. De hecho, su presencia empieza a ser una realidad creciente, hasta el punto de que la cifra de personas afectadas supera ya el umbral epidémico nacional. Según los datos facilitados a este diario por el jefe del Servicio Territorial de Sanidad, Luis González Maroto, y obtenidos por la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León, en nuestra región se contabilizaron la semana pasada 80,74 casos por cada 100.000 habitantes (cuando el umbral epidémico es de 55,5 casos). «Y la semana anterior estaba en la región en 40 casos», apunta González Maroto este dato para dar a entender la velocidad a la que se propaga este virus.

Aún así, este año la ‘campaña’ va algo más lenta que el año pasado. «El año pasado el umbral académico se superó la semana 50 de 2017», recuerda el jefe del servicio, «y en la tercera semana de enero tuvimos el pico, con 280 casos».

Ahora, toca precisamente esperar ese pico de casos. «A partir de ahora el crecimiento de la gripe suele ser exponencial y muy rápido», continúa hablando el experto, «hasta que se alcance el pico y comience a decrecer».

Lo que no se puede determinar es cuándo se tocará techo. «Pueden ser dos, cuatro o seis semanas», considera González Maroto, que eso sí, recalca que en ese tiempo la incidencia de casos será muy alta. El tiempo que tengamos estos días y la forma de propagación que tenga el virus este año serán los determinantes para fijar la llegada de ese pico máximo de casos. «El año pasado se tardaron cinco semanas. Este año que viene más retrasado no se sabe, pero lo mismo se alcanza en dos semanas», continúa reflexionando nuestro interlocutor, que aprovecha para recordar lo más importante en estos casos: adoptar las medidas de higiene necesarias para evitar, en la medida de lo posible, los contagios.

«A la hora de estornudar es importante taparnos la boca y la nariz con un pañuelo», recuerda González Maroto, «y si no podemos, porque no tenemos a mano, hay que estornudar poniéndonos el brazo». Así, aclara, el virus no se queda en las manos, que son las mayores propagadoras del virus. «Es que el virus se va a quedar en todo lo que toques», alerta el experto, que insiste en la importancia del lavado de manos con jabón frecuente.