Casitas de colores vivos que recrean una plaza tradicional de un pueblo latinoamericano dan la bienvenida este año a Mundo Belén, la exposición de misterios que año tras año -y ya van catorce- se reinventa para ofrecer al visitante un singular recorrido navideño por los cinco continentes, que en esta ocasión comienza en América y concluye en África, pasando por Oceanía -con un único representante-, Europa y Asia. En total, 850 belenes procedentes de 96 países, cuya singularidad reside precisamente en que permiten al visitante "acercarse a las culturas, a las tradiciones y también a la originalidad de los artistas" de cuyas manos salieron las piezas que conforman cada misterio, elaboradas con materiales tan distintos como la realidad de cada país (granos de café, sal, hojas de maíz, tela o papel).  Y es que "la idea" sobre la que se asienta Mundo Belén "no es ser una exposición, sino que entremos en comunión con lo que significa el misterio de la Navidad encarnado en la realidad de todos los países en los que se hace presente el cristianismo", explicaba Javier Sancho, director de la Universidad de la Mística, durante la inauguración, que ha contado con acompañamiento musical. La colección ha incorporado este año un centenar de misterios procedentes de países que hasta ahora no estaban representados en Mundo Belén, como Islandia, Vietnam, Grecia, el Vaticano o Mali. Hasta el 13 de enero puede verse la muestra en horario de 11 a 13,30 y de 16 a 19,30 horas.