Es una oportunidad que solo se brinda una vez al año y, seguramente por eso, la ermita de Las Vacas lucía repleta este sábado. El Ilustre Patronato de la Santísima Trinidad y Nuestra Señora de las Vacas celebraba este sábado la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María y lo hacía con una misa presidida por Óscar Robledo, presidente del patronato, seguida del ya tradicional besamanos a la imagen de Las Vacas. Los fieles, de todas las edades, no quisieron perderse el momento del año en que pueden estar más cerca de la Virgen, a la que incluso pueden besar las manos, y se volcaron con una cita que ya ha cumplido 10 años y que promete seguir vigente. Y es que se cumplen diez años desde que en 2008 arrancara esta celebración, que nació con la doble finalidad de celebrar el 750 aniversario de historia del Patronato y, a la vez, recuperar una de las fiestas que antes se llevaban a cabo en honor a la Virgen de las Vacas y que se perdió.