Este ataque se suma a la ola de violencia que sacude estos últimos días Alemania, que se encuentra en estado de alerta. El lunes 18 de julio, un joven de 17 años de origen afgano atacó a los pasajeros de un tren con aramas blancas. Cuatro días después murieron en Múnich nueve personas y al menos 20 resultaron heridas en un centro comercial cuando un joven de origen iraní disparó contra la multitud