No ha sido el comienzo deseado para el Colegios Diocesanos y Bosco de Arévalo en una Regional de Aficionados que ya cuenta con un claro favorito a pelear por el ascenso, el Mirandés B, y no pocos a evitar un descenso en el que, precisamente, se ha metido de lleno el equipo del Colegio Salesianos en un arranque de curso «que no era el que esperábamos» pero ante el que no cabe otra cosa que «seguir trabajando».No oculta Jorge Garcinuño ‘Jordi’ su «preocupación» por el inicio de curso, pero es consciente de que el mismo responde tanto a la necesidad de coger experiencia en la categoría como de las «numerosas lesiones», especialmente en defensa. «Ha sido un hándicap» comenta el entrenador abulense, que debuta este curso en la Regional de Aficionados en el regreso a la categoría del Bosco de Arévalo.

Tras el 3-0 en su primer partido ante El Espinar San Rafael, el 0-4 ante la Arandina B en un choque en el que «teníamos la esperanza de sacarle partido a jugar en casa, porque tenemos que hacernos fuertes aquí». Y aunque la Arandina llegaba de perder, superó a los morañegos. Ahora toca mirar hacia adelante.«Recuperar jugadores nos va a venir bien».Y aunque el próximo rival será fuera de casa, el Venta de Baños, toca pensar en ganar.  Es el único camino cuando uno entra en descenso.

No pudo sumar el Bosco de Arévalo y se quedó en un punto el Colegios Diocesanos en Lerma en un «mal partido». No le pone paños calientes Alberto Fernández Somoza al empate en un duelo al que «entramos mal, y cuando entras mal no terminas de arrancar».Al final el juego directo y físico del Racing Lermeño unido a que «no le supimos poner pausa por nuestra parte» terminó por dejar en el marcador un 0-0 malo para los intereses de los abulenses. «No nos vamos a volver locos, queda mucho, pero lo cierto es que es en estos partidos en los que ganas o pierdes los objetivos. Perder este tipo de partidos se nota y se pagan a final de temporada. Seguimos enganchados pero el próximo día ante el Villamuriel tenemos que ganar».