La Escuela de Educación y Turismo sabe la joya que tiene en sus alumnos extranjeros, sobre todo los que proceden de China. Allá por 2005 y con sólo dos alumnas de esta procedencia iniciaron un programa que ha ido en ascenso y a día de hoy hace que el 20% de los alumnos (unos 115) que tienen matriculados en sus aulas sean del país asiático, explicaba la directora de la escuela, Isabel López quien añadía que «la mayoría optan por el grado de Turismo». 

De hecho, «en el grado de turismo la curva de matriculación ha ido creciendo año tras año y la presencia de estudiantes chinos en las aulas ha dejado de verse como algo exótico para ser algo normal», subrayaba Javier Jiménez, quien es subdirector de docencia e infraestructuras en la escuela.Precisamente por la normalización de su presencia hace ya tres años que crearon un grupo de trabajo para ponerles las cosas más fáciles y de ahí han salido diversas iniciativas, como talleres de formación con empresas o proyectos de innovación docente, sobre todo en la biblioteca.

Sonsoles Sánchez  Reyes, como delegada del rector de la USAL, Ricardo Rivero, ponía el énfasis en que se trata de «un colectivo muy importante para la universidad». De hecho recordaba que la universidad va ligada a la universalidad y es ahí donde se enmarcan unos alumnos extranjeros. Ahora ya «que vengan de lugares lejanos es lo habitual» y lo que ha fomentado que la oferta para ellos tenga éxito. Eso y el compromiso del rector «con la internacionalización».

No obviaron que entre España y China existe una barrera cultural e idiomática pero hay que saber encontrar «el valor de la diferencia como algo bueno e interesante de descubrir» y precisamente para ello buscan la manera de ponérselo fácil a estos alumnos y que se integren con los españoles y también de alumnos de otras procedencias. Desde la Universidad además los atienden desde el primer momento y cuando llegan, tal y como detallaba una de sus profesoras, Cristina Martínez pasan por un año de aprendizaje del español y de la cultura española, no sólo de la lengua. Son 36 semanas intensivas a las que acompañan además su ayuda en los trámites que necesiten.

No es lo único que se ha ido transformando gracias a un intercambio exitoso y desde la biblioteca, su coordinadora, Chelo Martín también explicaba cómo han cambiado las cosas para «favorecer el entendimiento e interacción pero también para promocionar los servicios de la biblioteca». En este punto, se ha traducido la señalización de la biblioteca y se han dado los pasos para establecer canales con estudiantes e investigadores chinos en Salamanca y se promocionarán diferentes actividades culturales de este colectivo, explicaba. Lo importante es «ofrecerles un buen servicio» y por eso también les dirigían a su facebook y twitter. «También impartimos -decía- sesiones formativas para la búsqueda de información científica para sus trabajos académicos o consejos para úsar la información de forma ética y legal evitando plagios».

El peso ganado por los alumnos chinos en la escuela se nota en que hace ya 10 años crearon una asociación de alumnos que a día de hoy preside Zhong Hai Zhang. Sin ánimo de lucro y activa, además sirve de intermediario entre alumnos y profesores. Para este año, entre otras cosas celebrarán su cena de año nuevo a modo de puertas abiertas, entre otras cosas.