La larga espera mereció la pena. Tras el 2016, en el que la lluvia obligó a suspender la procesión, las imágenes de Jesús de la Salud y Nuestra Señora de la Esperanza volvieron a salir por las calles del casco histórico de la ciudad, arropadas por cientos de fieles que mostraron su devoción por estas imágenes de la Semana Santa abulense. La Virgen caminó al encuentro de su hijo, el Cristo de la Ilusión, en la plaza de la Catedral.