La odisea de la Cultural Deportiva Cebrereña sigue por los bajos fondos de la clasificación. La victoria se resiste a los abulenses pero, al menos, no han perdido y por tercera semana consecutiva lograba sumar puntos en su casillero.

 La Cebrereña afrontaba un complicado desplazamiento a La Devesa. Los culturalistas no podían alargar su funesta racha de resultados una semana más. Marcando el descenso y a una sola victoria de la zona segura. Era vital volver al camino de la victoria, esquiva a lo largo de las pasadas once jornadas. No había más opciones para la Cebrereña: ganar o ganar. O, al menos, no perder. Pese a la dificultad del encuentro los números dejaban abierta una esperanza para los visitantes ya que el Atlético Bembibre, antes de sellar la victoria por la mínima contra La Bañeza, había acumulado tres meses sin conseguir un triunfo. 

Los verdiblancos debían mejorar ciertos aspectos del juego para poder superar a un Atlético Bembibre situado en una zona ciertamente cómoda. La presión estaba en el tejado de los visitantes y cuanto más corriera el tiempo, peor para los intereses culturalistas. Era, sin duda, una final. Y a estas alturas del campeonato todos y cada uno de los encuentros iban a serlo. Pese a la complejidad de conseguir la permanencia, sobre todo por los guarismos culturalistas, no iban a escatimar ni una gota de sudor. Juego físico, tratar de entorpecer la construcción rival y aprovechar cualquier oportunidad que se presente.

Tras unos primeros compases de tanteo la Cebrereña consiguió adelantarse en el marcador de forma sorpresiva. Hasta el momento no había habido ninguna acción reseñable; sin embargo, Guille se encargó de abrir la lata y agitar la coctelera en un remate al segundo palo. Los locales, lejos de hundirse, se vinieron arriba. Tiraron de honor y comenzaron a producir. A los pocos minutos del gol culturalista se produjo el primer tiro del Bembibre. Este aviso fue el preludio perfecto para forzar un penalti en contra de los intereses de la Cebrereña, que a la postre significó la lesión del local Modia. Dani Martínez no se escondió y tomó la responsabilidad de poder igualar el encuentro. Javi Gordo cayó de bruces en la trampa del jugador local, que transformó la pena máxima. El gol local, no obstante, se cobró un alto precio. Modia tuvo que ser sustituido y trasladado al hospital por una rotura de tibia que le mantendrá apartado de los terrenos de juego hasta la próxima temporada. Justo antes del comienzo del encuentro el Bembibre enseñaba una camiseta de ánimo a Álex Marcos, la semana próxima será para Modia.

La acción bajó de forma drástica en la segunda mitad. La superioridad del Bembibe se hizo evidente pero sin ningún tipo de peligro. Los abulenses, conocedores que no podían dejar escapar el empate, fueron reculando con el paso de los minutos hasta que se vieron asediados sin éxito por los locales. Buen punto para los culturalistas, que están a una sola victoria de salir de los puestos de descenso.