Un posible brote de grastroenteritis ha obligado a una atención sanitaria a cerca de 40 niños y monitores de un campamento urbano desarrollado en Gavilanes. Además, 22 de ellos fueron trasladados a un hospital en Talavera de la Reina, aquejados de diarrea y vómitos. A última hora de la tarde continuaban ocho en observación. A falta de confirmar, se cree que la causa es la ingesta de agua.