El PSOE quiere marcar distancias con los últimos movimientos de Podemos y reafirmar su papel de partido en el Gobierno, algo que dejó claro ayer al desvincularse de la visita que hoy tiene previsto hacer el líder morado, Pablo Iglesias, al presidente de ERC, Oriol Junqueras, en la cárcel de Lledoners (Barcelona), para intentar convencerle de que apoye el Proyecto de Presupuestos que el Ejecutivo llevará al Parlamento en diciembre. 

La número dos de los socialistas y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, aseguró desconocer «de lo que va a hablar el señor Iglesias con el señor Junqueras», si bien apuntó que «donde se pactan y se negocian las Cuentas Públicas es en el Hemiciclo con el resto de fuerzas parlamentarias». 

«Iglesias es el dirigente de otra formación política. Cuando lleguen los Presupuestos a la Cámara los negociaremos con los diputados de ERC», aseveró Lastra. Una idea en la que abundó el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al agradecer al dirigente morado su apoyo a las Cuentas, pero recordándole que la negociación con el resto de partidos para aprobarlas es competencia de su Gabinete. 

Iglesias informó a Sánchez de su intención de reunirse con Junqueras en su último encuentro en La Moncloa para sellar el acuerdo de los Presupuestos. Según la versión del líder de Podemos, al socialista le pareció normal esta visita, pero no le pidió que trasladara ningún mensaje en concreto. Además, reveló que en esta ocasión fue Junqueras el que pidió verle, después de que en junio pasado Iglesias hubiese mostrado interés en ello.