La cumbre se complica

A.S.G.
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Giro radical de la situación en el Dhaulagiri. La nieve en la zona alta y la escasa presencia de alpinistas complican un nuevo asalto de Carlos Soria. «Está complicado pero no tiramos la toalla»

No está imposible, pero Carlos Soria necesitará algo de suerte si quiere volver a disfrutar de un segundo intento para conquistar la cumbre del Dhaulagiri (8.167 metros), una cima que se le resiste al montañero abulense, que desde 1998 ha intentado sin éxito hollar una cumbre que, en estos momentos, es una de las dos que le restan, junto a la del Shisha Pangma, para contar en su currículo con los 14 ochomiles del planeta. Cruza los dedos el abulense para poder disponer de un segundo intento –en el primero, hace apenas una semana, la niebla le impedía alcanzar la cumbre– en una semana marcada por la lluvia en el Campo Base, la nieve en la cumbre y la ausencia de otras expediciones que faciliten la ascensión. «Desde que volvimos al campo base no ha parado de llover. La situación ha cambiado muchísimo para nosotros. Esta montaña es muy complicada en la parte superior. La gran travesía para alcanzar el corredor ya estaba peligrosa en el primer intento y ahora está muy peligrosa» valoraba Carlos Soria a través de las redes sociales, canal habitual de comunicación del montañero en sus últimas expediciones. Ha dado un giro radical la situación por la que atraviesa la Expedición Correos respecto a hace una semana. «Tuvimos una oportunidad y se nos fue de las manos por muy poco» lamenta Soria. «No tiramos la toalla» quiere dejar claro el abulense, que recuerda que disponen de material en los distintos campos de altura. «Estamos aquí para intentar subir a la cumbre, sabemos que hay muy pocas posibilidades, que hay mucha nieve, somos muy poca gente y las cuerdas que hemos puesto están sepultadas. La situación es complicada, pero no al límite». Se sincera Carlos Soria. «Es la realidad de lo que está sucediendo, necesitamos suerte. Será complicado pero vamos a apurar hasta donde podamos».