Hay lágrimas de alegría, lágrimas de tristeza y en el Adolfo Suárez las hubo este domingo a partes iguales. Llegó el punto y final a la temporada en la División de Honor, el punto y final a un año histórico para el Colegios Diocesanos Aqualia, que pudo afrontar la última jornada de la temporada ante el Atlético de Madrid con la tranquilidad de quien ha sabido hacer los deberes de la permanencia a tiempo. Lograrlo no fue fácil, nadie dijo lo fuera a ser, pero fue posible gracias a un grupo de futbolistas muchos de los cuales saltan de categoría pero que dejan al Diocesanos en lo más alto.