La Cebrereña salió reforzada del Adolfo Suárez tras un derbi de más intenciones que fútbol pero en el que los culturalistas hicieron de sus urgencias virtud. Desde la necesidad de estrenarse esta temporada –llegaban con dos derrotas consecutivas– lograron frenar las aspiraciones de un Real Ávila que, tras un empate y una victoria, soñaba con siete puntos de nueve posibles y la temprana reafirmación –aún hay tiempo para ello– de que este año pelearán por los playoff.El trabajo de los culturalistas, Marcos y sobre todo la mala suerte -dos penaltis desaprovechados y un larguero- pararon al Ávila