Su nombre ha sido sinónimo de gol, de área, del fútbol de la última década en el Grupo VIII de Tercera División, y algo más allá, pero tarde o temprano a todo futbolista le llega el momento de colgar las botas. Y para Gustavo Terleira ese día ha llegado. Aunque empujado por una cuestión de salud –problemas con las migrañas– el delantero cebrereño, ex del Real Ávila, pone fin a una carrera de la que se siente muy satisfecho. «Mucho más no podía conseguir. He conseguido todo lo que he podido» señala quien ha sido una referencia del gol en los últimos años.