El Real Ávila vuelve a escena. Lo hace con la expectación propia de quien ha logrado salir del descenso gracias a una reconfortante goleada pero ahora le toca demostrar que lo visto ante el Villaralbo (6-2) no fue flor de un día. Es el peaje de quien ha tenido un arranque convulso de temporada y ahora debe remar en contra. Los comodines se acabaron. Por ello mirar los números y las estadísticas de su próximo rival, el Burgos Promesas 2000, vale de poco, aunque ayuda a entender que la empresa no será fácil. José Manuel Jimeno recupera a Jesús Sánchez y Edu, dos nombres importantes.