El Colegios Diocesanos Aqualia sumó un punto que sabe a poco ante un Atlético Casarrubuelos que se encontró con un regalo demasiado pronto –Jorge, minuto 3– y supo sobrevivir a las precipitadas acometidas de los colegiales, que despidieron el partido con una mano salvadora de Mario y un larguero de Pablo Negro (autor del 1-1) que pudo cambiar el partido sobre el descuento. No llegó el segundo y se perdieron dos puntos importantes en una tarde que llegaba con el impulso del empate obtenido ante el Adarve (1-1) y se marcho con la sensación de haber desaprovechado una gran oportunidad.