Sinopsis oficial
Bosco es el hijo de un ministro imputado por corrupción, malversación de fondos públicos, blanqueo de capitales y varias decenas de delitos económicos. Selfie cuenta su historia desde que lo expulsan de su lujoso chalet en la Moraleja hasta que entra a pedir trabajo en la sede de Podemos, con sus angustias sentimentales y sus miserias.
La crítica -
Por J.M.S.
El ingenio es la nota característica de este falso docudrama, sobre un “niño de papá” a quien la corrupción de su progenitor cambia su modo de vida. Es como una especie de “El show de Truman” a la española, es decir, el retrato de un pícaro que hace cualquier cosa por sobrevivir. Porque lo que describe este curioso largometraje es la catadura moral de un personaje que cae en desgracia y suple su falta de recursos económicos, y de talento, con una labia interminable para liar a cuantos incautos caen en sus redes, casualmente gente solidaria de izquierdas.
El actor ovetense Santiago Alverú realiza una interpretación portentosa de ese “pijo” tonto y sobre él recae todo el peso de la película. Porque lo mejor de esta propuesta independiente (más cercana a la televisión que al cine) son los comentarios de Bosco sobre su vida anterior y las impresiones que le produce conocer a personas de clase media o baja que hasta ese momento eran para él “invisibles”. Muy anecdóticas y bien introducidas las imágenes reales de mitines del PP y de Podemos donde el personaje principal se sitúa al lado de algunos líderes de ambas formaciones, suponemos sin que éstos sepan que están participando en una película.
Graciosa pero muy maniquea, en esta comedia de humor negro se vislumbra con cierta claridad por donde respira políticamente el director y guionista Víctor García León.